Transformaciones de las Clases Sociales en
del Proyecto Nacional mestizo
Emiliano Carranza
El proyecto político del Estado-Nación
ecuatoriano surge con el proceso de independencia y la
desintegración del sistema colonial una vez declarada la República. Este
proyecto, desde sus inicios, se caracterizó por una frágil identidad nacional y
una continuación de mecanismos heredados de la etapa colonial, cargados de
contradicciones, continuación de esquemas de explotación, racismo,
desconocimiento de los derechos de los habitantes del país, donde los
terratenientes y hacendados criollos eran quienes tenían el poder a pesar de
que los indígenas y los campesinos eran la población mayoritaria (Colmenares,
2012).
En los siglos XIX e inicios del XX Ecuador, al igual que el
resto de los países de América Latina se integraron al mundo y crecieron a
través de la venta y exportación de materias primas, mineras y productos
agrícolas. Por ejemplo, el guano en Perú, la plata en Bolivia y en Ecuador,
dada la alta producción y calidad del cacao, este fue el producto en torno al
cual comenzó a desarrollarse y constituyó la principal fuente de ingresos
fiscales (Ayala
Mora, 2008: 115). “El auge de las exportaciones cacaoteras (1880-1920)
provocó la consolidación, al interior de la
oligarquía costeña, de una fracción de comerciantes y banqueros, diferenciada
de los propietarios rurales. Esta burguesía comercial fue el sector que impuso
el rumbo de la política con la transformación liberal” (Ayala Mora,
2008: 115).
Durante el siglo XIX se fortalece la clase
terrateniente, quienes eran los dueños de las haciendas en la Sierra y en la
Costa, mientras que la población indígena, campesina y montubia estaba a merced
de los hacendados o terratenientes debido a las deudas que adquirían.
De esta manera, para la época se vivía una
discriminación hacia la mayoría de la
población, afectando así las relaciones de explotación laboral y racial y esto
además llevaba a que, tanto campesinos como indígenas, no puedan participar en
la vida política del país, ahondando en el racismos y el elitismo de la clase
social terrateniente (Ayala
Mora, 2008: 115).
Así, la producción del cacao estaba a cargo
del hacendado quien además manejaba y tenía el control sobre los campesinos y
sembradores que trabajaban la tierra en la hacienda. Como éstos necesitaban
recursos para su subsistencia, acudían al hacendado para hacer adelantos
monetarios, los mismos que se acumulaban en el tiempo, transformándose en
deudas.
Portada del libro “A la Costa” de Luis A.
Martínez. Una de las primeras novelas ecuatorianas, en la cual se narra la
historia de los campesinos e indígenas de la Sierra que viajaban a la Costa
para integrarse a las grandes haciendas cacaoteras en el s. XIX.
No obstante y a pesar de ello, en la Costa
se daba incentivos económicos para atraer a la población como por ejemplo el
pago por jornada de trabajo, afectando así a la economía serrana Consecuencia
de todo esto se produce la necesidad de incrementar la producción de cacao en
la Costa lo que produjo una demanda de mano de obra en las plantaciones
costeras, el aumento de la migración de la población de la Sierra hacia la
Costa y el aumento de trabajadores asalariados (Ayala Mora, 2008: 115).
En conclusión, el proyecto político de
Estado era minoritario, racista, elitista, excluyente y opresivo ante el
campesinado y los indígenas que eran la población mayoritaria, con el único fin
de satisfacer los intereses de los terratenientes quienes utilizaban el
mecanismo del concertaje y el aparataje estatal para ejercer presión e
imponerse a la población.
Fotografía de 1894 de la Hacienda “La Rosa” en la
provincia de Guayas, durante la cosecha de cacao (Villacís, 2015)
Por otra parte, eliminar esta condición que
vivía el indio y el campesino implicaba la eliminación de los privilegios de
los terratenientes, la eliminación de
la discriminación racial y la eliminación de la exclusión de la mujer de la
vida política. Sin embargo y para la época, “la mayoría de la población quedó
al margen de la participación política. Los congresos y órganos del gobierno
eran fruto de una participación electoral limitada al reducidísimo grupo de
notables propietarios Detrás de las fórmulas republicanas sobrevivía una
sociedad jerarquizada, estamentariamente estructurada, en la que la autoridad
se justificaba por “derecho divino”. Los notables latifundistas se veían como
continuidad hispánica y sostuvieron un proyecto
nacional criollo” (Ayala Mora, 2008)
No obstante y al paso del tiempo esta situación se
volvió́ cada vez más conflictiva y desató varios enfrentamientos ideológicos y
políticos “y el agudizamiento de la lucha social provocaron cambios
significativos posteriores” (Ayala Mora, 2008).
Así, para 1895, con el golpe de Estado y la guerra civil,
el campesinado costeño se movilizó, dando como consecuencia una etapa de
consolidación del Estado Nacional en el Ecuador y de inicio de la vigencia de
un proyecto nacional mestizo, lo que supuso “un
programa orientado a la integración económica de las regiones naturales
mediante obras como el ferrocarril Guayaquil-Quito. Por otra parte, el proyecto
liberal trajo también la mayor transformación político-ideológica en la
historia del país. El predominio político e ideológico del latifundismo clerical fue desmontado por la burguesía y
sus aliados, cuyos mecanismos de dominación y reproducción ideológica suponían
el establecimiento, al menos en principio, de ciertas garantías y de libertad
de conciencia y educación” (Edwin Eduardo Calderón Aleaga, 2013).
Bibliografía:
Ayala Mora, E. 2008, “Resumen de Historia del Ecuador”,
Corporación Editora Nacional.
Colmenares, Alexis (2012) “Estado
Terrateniente Ecuatoriano”, extraído el disponible
en: https://prezi.com/5c3xts4v_bkd/estado-terrateniente-ecuatoriano/
